ICHIL XÍIW: CONECTAR CON TU CUERPO A TRAVÉS DE LA DANZA

Por Cecilia Campos

“Soy el grito silenciado de mi madre”

-Fragmento de la obra Ichil Xíiw

En la península de Yucatán predominan los paisajes verdes que conforman el monte, un área de especies silvestres propias de la región. El monte también es un lugar de trabajo donde actividades como la milpa cargan significados culturales. Para la cineasta Yaremi Chan Padilla resultó también en un espacio de reconciliación con su origen, pues a través de su videoperformance “Ichil Xíiw” traducido como “Entre hierbas” pudo reconectar con sus ancestras y el trabajo que ellas realizaban en el monte.

Este proyecto inicia en 2021, cuando Yaremi es contactada por Ana Rosa de la Alianza Francesa para presentar un proyecto en la Noche de Poesía de ese año. Se interesaba sobre todo en el enfoque social que Yaremi incorpora en sus proyectos de teatro comunitario. Su inspiración derivó de la idea que Ana Rosa tenía, pues visualizaba a la artista entre hierbas bailando. Así se grabó el primer corte de la producción, una versión que solo llevó el nombre en español.

— Me quedé pensando en esa imagen entre hierbas, pues yo crecí en un pueblo. Recordé a mi abuela deshierbando, a mi mamá bajando naranjas y eso hizo preguntarme cómo es que durante mucho tiempo me había sentido tan distante a pesar de verlas tan cerca. Yo siento que estuve muy peleada con mi identidad durante mucho tiempo y sentía que esa imagen de mujer que trabaja en el campo no iba conmigo.

Luego de publicar el primer corte reflexionaron sobre el contenido y decidieron hacer una segunda producción donde más personas se sumaron al proyecto, esta vez con el apoyo del Fondo Municipal para Jóvenes Creadores 2022 del Ayuntamiento de Mérida.

El equipo de trabajo estuvo conformado en su mayoría por mujeres. Las performers que aparecen en pantalla Giovanna Triana y Yaremi Chan quien también es directora. En la fotografía Ari Hernández, como productora Mariela Bojorquez. En la edición Eva Villaseñor. Las encargadas del guion Cecilia Paladines y Yaremi Chan.  En la música Sian Ka’an Rueda Flores Trejo. Las voces son de Yaremi y de Jesús Chan.

Para esta segunda producción, Chan Padilla consideró que era importante visibilizar la lengua maya.

— Darle nombre a mis producciones en lengua maya me parece importante, porque estamos haciendo saber que el cine no solo tiene que estar en español. El cine también es un derecho y el pueblo maya, como pueblo originario, tiene derechos y tenemos derecho a generar proyectos en nuestra lengua.

“Ichil xíiw” nos adentra en una cálida experiencia audiovisual donde convergen la música, la danza y la poesía. El color de la imagen asemeja el tono rojizo de la tierra característico de la región. El discurso está completamente en lengua maya y nos invita a reflexionar sobre quiénes somos y cómo nos relacionamos con nuestros antepasados. En la música resaltan las percusiones que se van intensificando conforme el videometraje avanza. La danza parece ser una combinación de distintos estilos.

—Sian improvisaba ritmos. Yo le dije que le pusiera percusiones porque su sonido es como el de los latidos del corazón. La música sonaba, Sian combinaba instrumentos y nosotras conforme íbamos sintiendo la fluidez del ritmo realizábamos movimientos de todo tipo: de danza contemporánea, salsa, entre otros. Fuimos sintiendo la música y no había reglas. La premisa era: “como escuchas la música será la forma en que vas a improvisar”.

Precisamente la performance fue lo que permitió que Yaremi se conectara no solo con su identidad, sino también con su cuerpo.

—Mi cuerpo siempre ha sido mi barrera. Constantemente cuando yo quería aprender ballet o cualquier otra danza me decían: “tienes que bajar de peso, porque las bailarinas no son gordas”. Eso me fue alejando de algo que disfruto. Hubo un tiempo en mi vida en que no bailaba, me cohibía mucho. Siempre pensaba: “cuando yo baje de peso voy a bailar”.

Dentro del medio dancístico las violencias están bastante normalizadas. En febrero de 2021 bailarinas de la Academia de la Danza Mexicana (ADM) iniciaron un paro de actividades que se prolongó por más de dos meses. Denunciaban hostigamiento, discriminación y encubrimiento de estos actos por parte de profesores de la institución. Además, los procesos de selección para ingresar a una escuela de baile resultan ser igualmente discriminatorios, pues los criterios niegan la diversidad corporal marcando como ideal un cuerpo alto y esbelto, parámetros que tienen consecuencias que afectan la salud física y mental de lxs artistas, y que se mantienen presentes en el ámbito laboral.

Cuando Yaremi contactó con Giovanna notaron que sus experiencias eran muy parecidas:

—Giovanna hace danza y ella me decía que estas violencias que escuché también las vivió. Ella me decía: “a mí también me decían lo mismo sobre que tengo que bajar de peso”. Entonces decidimos mostrar nuestro cuerpo en la cámara, que en el material se vea reflejado la posibilidad de representar estos cuerpos. Por eso la videoperformance tiene mucha relación con la mujer y la naturaleza, pero mujer es muchas cosas. Mujer es cuerpo, mujer es pensamiento. Por eso hay frases en el discurso que en realidad son reflexiones de situaciones que a las mujeres nos atraviesan. Siempre nos defienden otros, siempre otros hablan por nosotras.

Trabajar con un equipo casi en su totalidad conformado por mujeres también resultó ser algo especial para la artista.

—Al saber que estás trabajando con otras mujeres, de alguna manera sientes que pueden entender ese dolor o esa inseguridad que has sentido. Cuando trabajé con la editora Eva y la correctora de color Luz, les decía que había que reflejar lo que nos conmueve como mujeres, pero también tiene que haber momentos en donde el material te deje pensando en las violencias que una padece. Incluso comenté que la paleta de color debía ser cálida mostrando así los colores de la tierra. Les dije que si habían tenido la oportunidad de adentrarse en el monte podía notar que el café y el verde eran los que salían a relucir. Ellas lo comprendieron y me decían: “claro, te refieres a la sensación de cómo la naturaleza te libera porque en medio de la naturaleza no hay nadie otro juzgándote. Estás tú sola ahí”.

Dentro del material también se incluye una escena de semidesnudo, por eso mismo le resultó muy cómodo trabajar con sus compañeras al momento de realizarlo:

—Esa escena fue sumamente cuidada. Hubo mucho silencio, pero también mucha escucha. Nos fueron acomodando la tela, cuando nos acomodaban el cabello nos advertían antes. Yo creo que si no hubiera sido un equipo de mujeres no me hubiera atrevido.

La cineasta ha dirigido otras producciones como la serie “Maaya Ko’olelo’ob- Mujeres Mayas: Fortaleza y Sabiduría”, y tiene su propia productora llamada Pies de Mezcal. Los retos que ha enfrentado se dan precisamente porque su visión del cine muchas veces no concuerda con los requisitos de las financiadoras.

El primer corte de Ichil Xíiw está disponible en la web. Uno de los requisitos que me piden para financiar el proyecto es la exclusividad. No creo en la exclusividad de un producto como este, porque mi público meta es la comunidad, y la comunidad no debe pagar por un festival. Mi interés es que estos proyectos sean gratuitos. Cuando me niego siempre me dicen que no recibiré el financiamiento. Entonces toco otras puertas, pero me dicen que me falta currículum o presencia dentro del medio. También me he dado cuenta que mucho tiene que ver con que soy joven y mujer y por lo mismo mucha gente cree que estos proyectos no tienen calidad. 

Yaremi menciona que el tipo de cine que realiza siempre antepone el guión y la historia antes que la parte técnica.

—Muchas personas me dicen que al priorizar esto, mis producciones no entran dentro de los parámetros de calidad, pero eso es otra forma de violentar el cine que se hace en comunidad, porque el cine en comunidad opera desde otros lugares.

Ichil Xíiw es un videoperformance que marcó a cada una de las partes involucradas. Yaremi meniciona:

De acuerdo con lo que mis compañeras han mencionado Giovanna conectó con sus raíces. A mí me permitió reconciliarme conmigo. Ari descubrió nuevas formas de trabajo, porque esta fue una nueva forma de hacer cine para ella. A Mariela experiencia al ser su primera producción que involucraba una biodanza. Realmente, fue una experiencia que nos dio nuevas experiencias y nuevos conocimientos.

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