Erráticas: La cerveza yucateca hecha por mujeres

Una microempresa sustentable y sostenida por una red de mujeres, así es la cerveza artesanal Erráticas

Por Memorias de Nómada

Fotos: Erráticas 

Erráticas es una cerveza artesanal hecha por mujeres en Tecoh, Yucatán. Son, como ellas mismas dicen, una familia elegida que antes de crear su propia cerveza ya compartía un proyecto colectivo de permacultura llamado Alma de Tierra, su hogar verde. Parte de las actividades de este proyecto era justamente los fermentos.

Blanca, Gaba, Mafer (y otras mujeres que se han unido en el camino) encontraron que su idea era emocionante, rentable y coincidente con su estilo de vida en el monte yucateco. Aunque el papel de las mujeres en la producción de cerveza no es nuevo, sí ha sido históricamente invisibilizado.

En entrevista con Memorias de Nómada, Mafer nos habla de cómo su proyecto ha despegado gracias a la red de mujeres, «mucho apoyo y buena vibra».

Erráticas, como otros proyectos liderados por mujeres feministas, no busca ocupar «el lugar de los hombres en el área» sino construir su propio espacio. «La verdad hacemos las cosas bien diferente», explica.  

 

¿Cómo se les ocurrió la idea?

Una cosa llevo a la otra: de la siembra a la cosecha, de la cosecha a los procesos, a los fermentos, de los vinos salvajes a la cerveza En una búsqueda por revincularnos con nuestros alimentos y tratar de consumir lo menos posible productos industriales llegamos a la idea y convicción de producir nuestras propias bebidas alcohólicas que nos acompañan en las fogatas de Luna llena.

Mientras Gaba y yo estábamos metidas en el infinito mundo de los vinos silvestres a Blanca le revivió una inquietud de antaño por aprender a hacer cerveza y se inscribió un curso intensivo de tres días.

Cuando volvió estaba tan emocionada que terminamos haciendo nuestra primera cerveza en medio de la noche. Todo fue un caos y acabamos como a las 3 am, ahora lo recordamos y nos reímos.

¿Cómo ha evolucionado el proyecto?

Con el tiempo se unieron más mujeres, de manera temporal, permanente o intermitente. Doña Lupita es una mujer originaria del pueblo de Tecoh. Es madre, abuela, nuestra amiga y la encargada desde hace poco más de un año de la cocinada de la cerveza. Astrid es una chica de 18 años, también de Tecoh y acaba de unirse hace unos meses.

Tenemos otros vínculos que también sentimos como parte de la red del proyecto, algunas de nuestras clientes que han estado desde el inicio y que siempre nos están recomendando, conectando y promocionando, quienes nos abren las puertas en sus espacios para vender  nuestra chela y personas que nos han ayudado a mejorar.

Parte del concepto de Erráticas -que nos encanta- es la espiritualidad ¿Cómo se relaciona con su cerveza y con ustedes?

Creo que más que relacionarse con la cerveza, es algo que forma parte de quienes somos y por lo tanto, en menor o mayor medida, se imprime en todo lo que hacemos.

Las 3 somos sensibles a las energías que nos rodean, nuestra casa es como un solar: estamos rodeadas de árboles, cultivamos plantas, andamos descalzas en la tierra, despertamos con el canto de los pájaros y dormimos arrulladas por las ranas y los grillos.

Todo esto nos mantiene inmersas en los ciclos naturales y esto nos permite ser consientes de las energías que nos rodean y que nos influyen. Sembramos con la luna y sabemos que tiene efectos importantes en nuestras emociones, que cada temporada estacional y astral conlleva procesos diferentes.

Creemos en el poder de la intuición y en la importancia de saber escuchar o leer los mensajes de la naturaleza (por muy cliché que suene, es una realidad) y de recuperar saberes ancestrales como la sabiduría maya.

¿Cuál es la mayor diferencia entre una cerveza hecha de forma artesanal, en pequeñas cantidades hecha por mujeres, en comparación con las marcas comerciales e industriales?

Ay, no sabría decir cuál es la mayor, lo dejaré a tu criterio, creo que todo es diferente. Las cervecerías industriales tienen como objetivo principal producir más, vender más, ganar más, esto implica abaratar costos y olvidar la sustentabilidad. Sus estándares de calidad tienen parámetros que les permiten almacenar, distribuir y homogeneizar su producto.

Las artesanales por el contrario buscan calidad, variedad y novedad. No todas las producciones artesanales tienen la intención de cuidar sus practicas con relación al medio ambiente y las personas. Para nosotras estos dos aspectos son muy importantes. Vendemos lo que nos gusta tomar, una bebida fermentada, realmente natural, sin aditivos, sin químicos.

Creo que lo mas importante de las cervecerías pequeñas es que le hace frente y resistencia a las grandes empresas transnacionales monopólicas que nada bueno tienen para ofrecer.  En lugar de hegemonizar sabores, nosotras los diversificamos y en lugar de acumular el capital, se reparte. 

Además, en estos tiempos, nos parece tan bonito y necesario que productorxs y consumidorxs se vinculen. ¿Qué mejor que conocer a tu cervecera de confianza? 

¿Cómo está hecha la cerveza de Erráticas?

No dejamos pasar la oportunidad de decir una y otra vez que nuestras chelas además de ser todo grano, tienen carbonatación natural y su levadura está VIVA. Los ingredientes también importan. Compramos a una maltería nacional y tratamos de que sean sacos grandes para reducir empaques.

Tratamos de aprovechar al máximo la energía e insumos, que en lotes pequeños es algo relativamente fácil. La malta que resta de la maceración se la comen nuestras gallinas y las de otras señoras del pueblo. El agua caliente que sale del enfriado lo usamos para lavar el material, ropa o para duchas calientitas.

El agua fresca que se usa para lavar pasa por un sistema rústico y ecológico que la limpia y después sirve de riego para plantas. Nuestros envases son retornables y cuando ya no cumplen los estándares de calidad, los mandamos a cortar para que se conviertan en vasos o los usamos en construcción de paredes.

 

En entrevistas anteriores comentaron que producen entre 40 y 60 litros por semana, ¿ha aumentado su producción?

Uy, sí, pero no tanto. Más o menos, a la semana estamos produciendo 200 litros. Aún con esto seguimos estando en el rango de una microcervecería. Pero sí, aunque algunas cosas de la esencia del proyecto permanecen, otras varias han cambiado.

Por ejemplo, seguimos fermentando algunos lotes pequeños en garrafones de cristal pero también tenemos otros dos modelos de fermentadores especiales para cervezas. Los amamos, parecen naves espaciales estacionadas.

Comenzamos cocinando chela en nuestra cocina compartida, ahora tenemos un espacio única y especialmente para la producción de cerveza. Es la construcción más cerrada y con más concreto que tenemos para cuidar las medidas de higiene y calidad necesarias. El resto de nuestras casas tienen techos de guano y paredes de tierra ♥

 

Una de las cosas más maravillosas es el hecho de que mujeres estén recuperando el espacio de la creación de cerveza en una industria masculinizada. ¿Cómo creen que ha impactado esto en el contexto inmediato, digamos, Yucatán?

¡¡¡Sí es!!! A quienes ha impactado más es a quienes somos parte del proyecto, hacernos consientes de todo lo que gira alrededor de la producción y el consumo de cerveza, y el cómo nos ven como cerveceras ha sido algo interesante de observar.

Para las personas de aquí del pueblo ha sido todo un tema. Digamos que de alguna forma nuestro estatus ha cambiado y nos conocen como «las niñas que hacen cerveza». Lo más chido ha sido el interés de nuestras vecinas, amigas o las señoras del mercado y la tortillería que terminan pidiéndonos chela y preguntándonos cómo la hacemos.

Que mujeres hagan y beban cerveza es de alguna forma contribuir a replantear ese estigma relacionado con las bebidas alcohólicas, ¿sabes? cerveza = hombre borracho = alcoholismo = violencia familiar.

En las fiestas es muy común ver hombres tirados de borrachos, en los 7 años que llevo aquí nunca he visto a una mujer en ese estado. En el pueblo hay cantinas que, en realidad, sólo los hombres frecuentan, pero no hay espacios amenos para que las mujeres se encuentren o convivan fuera de casa. La recreación también esta dirigida sólo para ellos.

Hemos notado que en los proyectos de mujeres tendemos a dar importancia a cuestiones políticas, sociales y medioambientales. Estamos más interesadas en formas de trabajo alternativo, esquemas horizontales, colaborativos, colectivos, construcción de redes.

Y parece que nos gusta  incluir en nuestros proyectos el lado pedagógico: compartir información sobre nuestras motivaciones, procesos, contextos. No son sólo negocios para generar dinero, van más allá.

 

Justo las hemos visto en bares feministas como Cadadía y como parte de festivales como ELLA, ¿Qué significa para ustedes hacer estas colaboraciones? ¿Dónde más les gustaría estar?

Agradecemos todos los lugares en los que nos dan la oportunidad de estar y reconocemos la importancia de hacer presencia como mujeres cerveceras en lugares que ni son feministas ni la cerveza artesanal es prioridad.

Pero claro, estar en lugares con quienes compartimos algo de identidad o ideología, que representan una parte de nosotras, es emocionante. Yo estuve esperando atentamente un año a que el Cadadía, por fin, abriera para llevar corriendo una caja de cervezas para que probaran, porque sabía que tenían que estar ahí.

Nos pasó lo mismo con el Apapacho, antes de que tuvieran su permiso para vender alcohol. Anne (del Apapacho) y nosotras ya esperábamos ansiosas el momento para colaborar y nos dieron en su menú un lugar muy especial. Estamos muy felices de saber nuestras chelas en lugares que nos gustan y disfrutamos tanto.

Al Ellafest llegamos a través de una de nuestras clientas que básicamente fue quien gestionó en primera instancia esa colaboración, ella pidió chelas para darle a probar a la chica que está organizando el festival y le platicó de nosotras. A mí me dijo: va a haber un festival de mujeres lesbianas y ustedes TIENEN que estar ahí, y me dio un número de teléfono para contactarlas.

Nos tomó una charla y unas cuantas Erráticas acordar nuestra colaboración como la cerveza del festival. Es muy hermoso cómo las mujeres nos buscamos para conocernos, apoyarnos y colaborar.

 

¿Cuál es la chela favorita de les consumidores? ¿Cuál es la chela favorita de ustedes?

Esta pregunta es difícil de responder, los gustos son muy variados y vendemos bien los 8 estilos que hacemos. Quizá me atrevo a decir que LA CARIBEÑA y LA PERVERSA son las favoritas.

La primera es una cerveza estilo ámbar, fresca, de cuerpo ligero con notas a miel y durazno. La segunda es una estilo Porter, obscura, algo amarga, con notas tostadas, a nuez, chocolate y café.

Nuestras favoritas es un tema de temporada y circunstancia, vamos cambiando dependiendo el día, la estación, el ánimo, la ocasión. Lo que sí puedo decir es que aunque nos gustan las claras (y nos quedan ricas y son de las que más nos piden), a nosotras nos seducen LAS OSCURAS, con estas empezamos, son nuestra especialidad y las amamos.

¿Qué viene para Erráticas?

Voy a responder esta pregunta sabiendo que los planes están sujetos a lo que la universa dispone y que siempre hay espacio para las sorpresas. Pero sí que tenemos ideas e intenciones en puerta.

Nos ha pasado en más de una ocasión que se nos acercan para ofrecernos invertir en el proyecto para que “crezca”. Crecimiento como concepto capitalista que significa producir más y abarcar más en su distribución. Hemos rechazado amablemente estas ofertas por varias razones incluyendo el factor de que nuestra idea de crecimiento no es para arriba.

Aunque hemos aumentado la producción no estamos tan lejos de llegar a nuestro límite de cantidad, porque implicaría abandonar algunas practicas que son base del proyecto.

Queremos crecer de otras formas. Estamos muy interesadas en el tema pedagógico y de la cerveza hecha en casa, es un proyecto que venimos fantaseando hace ya un rato. Otra cosa que nos gustaría es poder organizar y ofrecer experiencias relacionadas con la cerveza.

 

También queremos darnos a la tarea de conocer a otras mujeres cerveceras para armar colaboraciones y ser parte de redes importantes. Pero antes estamos tratando de acoplarnos a este nuevo ritmo de trabajo que tenemos.

No tiene mucho que decidimos aumentar nuestra producción y colocarnos es restaurantes y bares, aún tenemos detalles que afinar. Mientras, disfrutamos el camino con buena cerveza en mano. 

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