The War on Cuba, la serie que explica a cubanos y no cubanos el bloqueo económico de Estados Unidos

Por Logan Johnson

Fotos de Belly of the Beast

Las medicinas, el deporte nacional, la industria creativa, el consumo cultural, la comunicación global, el combustible, la producción agrícola y, por supuesto, la economía: el bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba afecta todos los aspectos de la vida de los cubanos. Lejos de decaer, esta política que lleva 60 años vigente se ha endurecido. La serie documental The War on Cuba, producida por el medio Belly of the Beast abarca la situación actual de Cuba tras el Covid 19 y el gobierno de Trump. 

 

La serie de tres capítulos de quince minutos es conducida y narrada por la periodista Liz Oliva, quien se describe como una mujer negra hablándole al público estadounidense. Conforme el primer capítulo despunta, nos adentramos brutalmente en la realidad del país, que de una u otra forma intenta salir adelante a pesar del bloqueo económico-comercial-financiero de Estados Unidos contra Cuba.

En los capítulos se hace una disección fugaz pero impactante de los diversos sectores sociolaborales. Para ello realizaron entrevistas a personas de diferentes profesiones (con especial énfasis en los médicos), sus condiciones en este momento y sus posibilidades de desarrollo reales en el país.

Memorias de Nómada entrevistó a Liz Oliva y tan solo al tener el primer contacto con ella, se puede tener idea de las limitaciones del bloqueo. Para poder conversar, nos enfrentamos a una serie de problemas técnicos, pues Zoom —como otras cosas— está bloqueado en Cuba. 

 

—Yo sentía muchas veces la necesidad de contarle esto a los cubanos, porque aunque el bloqueo es un tema muy recurrente en los medios de comunicación, muchos no saben o no entienden lo que realmente significa. Desde el punto de vista comunicacional, el gobierno ha fracasado en cómo ha explicado el bloqueo a la gente. Creen que es un invento, una política que está ahí. ¿Hasta cuánto nos afecta el bloqueo? ¿Hasta cuánto es responsabilidad del gobierno cubano?, explica Liz en entrevista.

Recientemente, Liz ganó el premio Gracie a presentadora de video en línea / Corresponsal / Actriz en la categoría Digital Media National Honorees por su participación en el documental. Y apenas ayer, The War on Cuba obtuvo el One World Media Award que se realiza en colaboración con Google News Iniciative. Ella platica un poco de lo que ve y escucha a su alrededor:

—La gente en la calle me dice que no entiende cómo afecta eso del bloqueo y yo les respondo que nos afecta hasta en la cultura. Ahora en el confinamiento, que nos comunicamos por redes sociales, los artistas dan conciertos o shows en línea y no pueden monetizar sus servicios. Hay muchas cosas así de pequeñas y ridículas, pero a la vez se vuelven un poco grandes. Si quieres comprar algo para tu casa, tú das clic en Amazon y listo. Eso no existe. Es como si Cuba viviera en una realidad completamente paralela, al mundo y a todo. Es algo que ha condicionado nuestra forma de vida, porque al final, no estamos hablando de un pequeño país, sino de Estados Unidos, la mayor potencia mundial contra una isla en medio del Caribe en vías de desarrollo.

 

A pesar de todo lo que acontece, Cuba tiene un diamante en bruto. Como se detalla en la serie, acceder a la educación universitaria en el país centroamericano es totalmente posible, y uno de los mayores recursos de Cuba es la formación profesional de los doctores, que incluso suelen ser enviados a muchos países para trabajar como apoyo a los sistemas de salud internacionales.

En el presente clima mundial, donde aún nos encontramos en una pandemia, se recalca lo benéfico (y necesario) de la presencia de los médicos, y aún así, naciones como Brasil prefieren rechazar dichos servicios. De acuerdo con el documental, en otros países, se intenta vender la idea de que los médicos enviados no son realmente médicos o que casi son tratados en una condición de esclavos cuando, en realidad, los mismos doctores entrevistados afirman que son más que aplaudidos en otros territorios y que incluso eso permite el intercambio de bienes en Cuba, logrando con ello mejores condiciones de vida.

Finalmente Oliva, periodista de profesión en Cuba, añade que el documental incluye varios aspectos de sus convicciones.

 

 

—Tiene mi visión política. Esa soy yo. Una mujer negra con un discurso de izquierda hablándole a un público americano. Creo que es algo que no se les pregunta todos los días a gente de comunidades marginalizadas.

Actualmente, la también presentadora de televisión, se encuentra preparando la segunda temporada. Explica por qué, a su parecer, la serie es tan poderosa.

—Cuando la base es la empatía, en algún momento te sientes identificado, aunque sea mínimamente. Los involucrados estadounidenses estaban muy abiertos a escuchar nuestra realidad, porque todos tenemos una idea de Cuba, aunque Cuba no se puede ver como un fenómeno de blanco y negro, porque el bloqueo no afecta a todos por igual, pero nadie escapa del bloqueo. Nadie.

Los tres capítulos de la primera temporada de The War on Cuba están disponibles en YouTube.

 

 

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