Por Nery Chi
Antes de Photon Kid, Iván y David se enfocaban en el metal. Seis años después, conversan sobre la idea de hacer un proyecto musical totalmente diferente. Mara, su colega en ese entonces, solía subir videos tocando el bajo a redes sociales y había estado en otras bandas con géneros similares. Por ello, David le escribe vía instagram para unirse al proyecto. Ana, quien regresaba de Holbox y con quien David ya había compartido un proyecto anteriormente, comienza como consultora pero se suma al proyecto en febrero. De esta forma, inicia la formación de Photon Kid.
¿De dónde viene su amor a la música?
David: Es una relación muy visceral, primitiva. La música me mueve, en especial la instrumental, nunca he sido de prestar atención a las letras de las canciones. Encuentro un vínculo estrecho entre los sonidos y las imágenes, mirar algo me hace pensar en lo musical y escuchar algo me hace pensar en imágenes. Mi primer acercamiento con la música fue a través de la guitarra cuando tenía 14 años, y a pesar de que no es mi instrumento favorito es con el que aprendí a comunicarme. También estuve muy influenciado por mi banda favorita, Mago de Oz.
Iván: Creo que porque en todos nosotros desde que éramos pequeños siempre nos vimos involucrados con la música. Y nos llamó mucho la atención. Al menos en mi caso, desde que toqué la guitarra la primera vez me gustó mucho.
Ana: Recuerdo que desde pequeña tenía una fascinación por los videos musicales, el performance del artista. Veía los grandes conciertos y tenía muchas ganas de intentar enfrentarme a escenarios tan grandes y que el mundo me escuche. Desde los 9 años inicié en secreto mi formación, de forma autodidacta. Me encerraba en el baño y practicaba canto, buscaba tutoriales, esperaba cuando no hubiera nadie en casa. Para mi familia fue una gran sorpresa escucharme cantar por primera vez a los 16 años. Fue cuando dije “Es suficiente” y salí a inscribirme a un taller de piano y solfeo. Tengo una broma interna en la que digo que soy Hannah Montana, la verdad es que no es sólo un chiste. A pesar de ser alguien muy tímida, la música y cantar, me han dado la voz de quién soy hoy en día.
Mara: De la infancia, mi padre toca la guitarra así que crecí con música, una vez que empecé a estudiarla me fascinó, desde eso siempre forma parte de mi vida.
¿Cómo es el proceso de creación de las canciones?
David: Al principio hubo una propuesta de cada uno de los integrantes cuando no estaba Ana. Por ejemplo, yo propuse el tema de Serein, Iván de Cookies & Cream y Mara de Color Mood. Hemos sido muy libres en el proceso de composición, todos proponemos lo que la música nos hace sentir, y es hasta que la canción está en un estado avanzado que comentamos si algo nos parece que podría sonar mejor de otra manera o si deseamos quitarlo. Tratamos de que todos estén de acuerdo. Por lo general Iván y yo somos los que hemos propuesto temas que terminan siendo desarrollados por todos.
Iván: Normalmente primero creamos una base armónica y un ritmo con el que luego se va experimentando, lo que comúnmente se conoce como Jam, de ahí poco a poco se va dando una estructura, se añade la melodía de la letra y arreglos si se requiere.
En su biografía mencionan que Photon Kid es “una mezcla de nostalgia, emociones e historias”. ¿Podrían contar un poco de las historias detrás de las canciones?
Ivan: Parte del concepto de la luz (de su comportamiento al ser observada) da entender que la música puede ser interpretada de acuerdo al observador. A veces no es necesario leer las letras para tener una historia, basta con imaginar mientras se va por un viaje, se camina por algún lugar o simplemente nos acostamos para descansar. Y por los consecutivos comentarios de quienes nos han escuchado es común escuchar “nostalgia” como una emoción que causa nuestra música, y la nostalgia viene acompañada de recuerdos y los recuerdos son imágenes.
Ana: En el grupo, mi mayor aportación musical es escribir las letras y las melodías para la voz. Desde que conocí el grupo y estaba como externa aportando ideas, siempre fue muy claro que esos tres conceptos, reinaran en lo que producíamos. Los instrumentos y la letra son un conjunto inseparable y que son necesarios para dar ese característico sonido que estamos comenzando a fortalecer. Todas las canciones nacen del conjunto de nuestras emociones, como observamos el mundo desde nuestra particularidad y al mismo tiempo, libres porque ninguna canción está pensada para categorizarse en una sola interpretación. Nos gusta pensar que cada persona que la escucha, va a encontrar la forma de poner su historia de vida en nuestra música. A veces pienso que mucho de lo que escribo para nuestras canciones, son historias de vida que ocurren en otros momentos paralelos o están anunciando un suceso que vamos a vivir y nos va a acompañar, pero eso es solo un pensar mío.
¿Cómo eligieron su nombre?
Iván: La luz es un concepto muy interesante, puede ser utilizado en distintos ámbitos. En nuestro caso quisimos adoptarlo por su complejo de superposición “los fotones pueden estar en estado de superposición hasta que son observados”, los fotones son los encargados de que la luz exista. Dicho esto, a veces momentos de nuestra vida pueden parecer malos o buenos o ambos, solo depende de cómo los tomemos. Mientras que el Kid (la traducción de niño o niña del español) se refiere a esa cualidad de cuando somos infantes de que nos gusta jugar y explorar. En ese sentido se podría decir que nuestra música se refiere a explorar entre las luces de la vida.
¿Cuáles son sus influencias musicales?
David: Por mi parte mis géneros preferidos son el Power Metal, el Rock Progresivo y la música Lo-Fi. Sin embargo soy fan de escuchar soundtracks de películas y videojuegos.
Ivan: Nuestras influencias personales musicales varían mucho entre nosotros. Van desde el metal hasta el K-pop. Sin embargo, entre la banda se podría decir que las principales influencias son el J-Rock y J-Pop como Mariya Takeuchi o Tatsuro Yamashita. Influencias mexicanas serían: La Garfield y Porter, y Anglo u otros sería música como la de: Daft Punk y L’Impératrice.
Ana: Amo a Miley Cyrus. Escucho absolutamente todo lo que pueda ser audible. Me encanta la música en todas sus expresiones y personalidades. Sin embargo para este proyecto mi mayores influencias son: Paramore, Crumb, Florence and The Machine, el J-Pop y J-Rock, la música alternativa.
Mara: Desde Muse, Yes, Frank Sinatra hasta rock mexicano o algo mas internacional cómo Elephant Gym.
¿Cómo fue su experiencia en el Mérida Fest Digital 2022?
David: Estresante, pero satisfactoria. En esta ocasión estuve a cargo de la realización del vídeo por lo que coordiné a los compañeros detrás de cámaras y cuestiones relacionadas a la producción del videoclip.
Ana: En este evento fuimos tanto músicos ejecutantes, como intérpretes, diseñadores, maquillistas, asesores de vestuario. David y yo tenemos la experiencia de trabajar producción audiovisual y tratamos de cubrir todos los aspectos que involucraron la producción de este video. Todos aportamos desde donde sabíamos que podíamos, Iván se encargó del tema del audio, el equipo, la instalación del mismo. Mara apoyó con gestión previa, asistencia de maquillaje y vestuario. Fue toda una experiencia y el resultado ha sido muy bonito.
¿Alguna experiencia alrededor de la música que los haya marcado o que les gustaría compartir?
David: Photon Kid es la experiencia musical que más me ha marcado porque puedo mirar hacia adelante constantemente. En algún momento llegué a presentarme en teatros con otras bandas o incluso tocar en la Ciudad de México en competencias, pero estos proyectos no tenían determinación. Ahora con Photon Kid puedo ver un largo camino para seguir creciendo.
Ana: Creo que me marcó mucho la primera vez que mis amigos de la prepa me llevaron a las canchas, cuando ya habíamos salido de clases y básicamente me forzaron a cantarles. Puede que se escuche algo violento pero no lo fue. Fue la primera vez que noté como mi voz pudo conmover e impresionar a alguien, aunque me estaba muriendo de miedo, ver a mis amigos emocionados fue lo que necesitaba para saber que ese era mi camino en la vida. A partir de ahí, todo fue para arriba. Nunca deje de cantar ni tener miedo de hacerlo, aunque en cada presentación me es difícil mantener los ojos abiertos. Quizá una parte de mí siente como si cada presentación es la primera vez que canto.
Hablando de su último sencillo, ¿cómo nace Voraz?
David: Por lo general, en los ensayos, en esos intervalos donde uno está afinando o conectándose, o esperando a que lleguen los demás solemos improvisar o tocar acordes que nos vengan a la mente. La base armónica es una propuesta que yo hice, y honestamente no se me ocurría algo más para hacerle una variación. Ana le agregó una melodía y más tarde hicimos una batería de maqueta para ir probando en la canción. La canción comenzó a ensamblarse en septiembre del 2021 y es la canción más distinta del resto de nuestro repertorio.
Ana: Digamos que la canción nace del ímpetu que tiene David porque cuando se le mete una idea, nunca la suelta y la desarrolla al máximo. Así como él describe el proceso. Platicando con unos amigos, él me dice “¿Qué podrías escribir si hablaramos del encierro en la pandemia?” Y, ¡boom!, nació super fácil. Desde los ensayos, yo usualmente compongo primero la línea melódica, canto lo que mi oído me dice, pongo palabras al azar porque me gusta como suenan y de ahí voy construyendo un esqueleto. Para mí, escribir canciones es más como un descubrimiento y desbloqueo, pienso que todas las canciones que voy a escribir ya están escritas por otra versión mía. No sé explicarlo, sólo confío y cuando es para mí o escrita por mi o con las aportaciones de David, Mara e Iván, la canción sólo tiene que ser descubierta por mi actual yo. Voraz ya existía, sólo nos faltaba vivir ciertas cosas para desbloquearla.
¿Qué hace a Voraz diferente de sus canciones anteriores? ¿Fue más difícil de alguna manera?
David: El primer distintivo de Voraz es que tiene de manera notoria más sintetizadores a diferencia de las otras canciones, también es una canción mucho más enérgica y tiene una progresión armónica que no cambia, es la misma, a diferencia de otras canciones que armónicamente son progresivas. Voraz es repetitiva por lo que buscamos su versatilidad en los matices de los instrumentos.
Ana: Algo diferente es el estilo y la vibra. En comparación a las demás canciones que tenemos, sí sentimos que esta fue un parteaguas, llegamos a considerar sacarla como un bonus extra o para iniciar otro álbum. Al final no lo quisimos así pues en esencia, suena totalmente a lo que hacemos nosotros: Mucha instrumentación, arreglos variados, letras que describen estampas de imágenes que cualquiera puede sentir como suya. Estamos muy entusiasmados y felices que después de tanto tiempo sin publicar, Voraz haya sido la elegida para arrancar esta nueva etapa musical. Cuenta con la energía que necesitamos compartir con las personas, algo así como un: “¡Hey! Aquí hay mucho que queremos decirles”.
¿Cuáles son los planes de la banda para este año?
David: Este año lanzaremos nuestro primer álbum y como no nos dedicamos a tiempo completo a la música hemos ido alternando las actividades. Lo ideal sería ensayar, componer, grabar, dar difusión, buscar espacios para tocar, todo en sintonía pero por el momento sólo podemos dedicarle tiempo de lleno a un par de ellas. Ahora estamos terminando el álbum en el estudio, y lo que sigue es difundir la música en todos los medios posibles para captar a nuestro público y que se vayan sumando a este proyecto. Esperamos también tener un concierto debut del álbum a más tarde en verano de este año.
Ana: Por el momento está el álbum en sus últimas etapas, queremos planear la mejor forma de presentarloTocar puertas y presentar este proyecto pues nos hemos preparado y de alguna forma, encontrar o crear la oportunidad perfecta para seguir difundiendo porque todavía hay mucho que compartir con el mundo. Sería ideal un par de presentaciones en el estado y los lugares donde surja la oportunidad.
¿Qué es lo que más les emociona de que Voraz ya esté disponible en plataformas digitales?
David: Aunque suene egoísta, o quizá lo sea, lo que más me emociona personalmente es que ya lo puedo escuchar en línea y eso me provoca mucha ilusión porque sé que está al alcance de cualquier persona con internet. Ver materializado más de un año de trabajo en una imagen y sonido, recordar las historias, momentos, saber que hemos llegado hasta aquí me llena de buenos sentimientos.
Ana: Creo que lo más emocionante es volver a pasar por ese momento de incertidumbre en donde no sabes hasta qué lugares puede llegar nuestra música. Es difícil porque hay como una expectativa interna de cuántas reproducciones quisiéramos lograr por periodos, la gente que nos empieza a seguir y conocer nuestro proyecto. También es un poco sentirse a la deriva pues todo es financiado, creado, producido desde nuestras posibilidades y nuestras habilidades. Es un proyecto totalmente independiente así que, de alguna forma es como lanzarse al vacío sin saber que tan pronto podemos llegar al suelo o si nos quedamos suspendidos en el aire. Esto creo que es un sentimiento que pasa en cualquier área de emprendimiento pero mucho más en el arte. Yo quiero pensar que encontraremos la manera de compartir y que la gente consuma nuestra música porque se sentirá identificado. Mi sueño guajiro es que un día yo esté yendo a una fiesta donde haya puros desconocidos para mi y en algún punto alguien de fondo ponga Voraz en la playlist y la gente baile y cante. Lloraré ese día.
El pasado 2 de febrero, Photon Kid lanzó su primer sencillo del año, «Voraz«, donde presenta una mezcla de sintetizadores y melodías de ímpetu, haciendo alusión a todas las emociones experimentadas por la agrupación durante el confinamiento durante la pandemia por Covid-19. La agrupación se ha presentado en escenarios de relevancia local como La casa de Cultura del Mayab y el Mérida Fest Digital 2022. Actualmente cuentan con tres sencillos y una Backyard Sessión disponibles en todas las plataformas de digitales.
