Por Katia Rejón y Christian Espadas
Fotos de Christian Espadas
El 27 de julio, La Ermita, San Sebastián y X’calachén fueron nombrados Barrios Mágicos de Mérida, como parte de un programa federal de la Secretaría de Turismo. De acuerdo con el secretario de turismo, Miguel Torruco Marqués, el programa de Barrios Mágicos de México está enfocado en promover destinos “llenos de encanto, tradición y misticismo” en las ciudades para el turismo.
Durante la presentación de La Ermita como “Barrio Mágico” habitantes de este lugar protestaron contra la gentrificación, la falta de servicios públicos de calidad en la zona y el alza de los precios en su día a día.
La Ermita de Santa Isabel es una capilla del barrio de San Sebastián, construída en el siglo XVII y que forma parte de la zona centro-sur de la ciudad de Mérida. Es un lugar donde, de acuerdo con uno de los vecinos entrevistados, Waldemar Aldaz, se va la luz cada vez que llueve. Durante años han solicitado que cambien los transformadores por las condiciones en las que se encuentran pero hasta ahora, el problema no ha sido resuelto.
La última vez que reportaron ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), les dijeron que se tenían que “aguantar” porque había muchas otras quejas. Waldemar agregó que ya habían «aguantado» durante muchos años.
Ricardo, un joven que estaba en la protesta afuera de la iglesia de La Ermita, sostenía un cartel mientras contó para esta entrevista que su familia ha vivido por generaciones en el barrio y han visto su vida transformarse por la gentrificación.
━La insignia de Barrio Mágico me parece una burla y la cúspide de la gentrificación. Solo nos están despojando del Centro Histórico de Mérida y nos mandan a la periferia afectando la calidad de vida de los yucatecos. Mi familia ha vivido aquí por generaciones; ya no tenemos acceso a los mismos productos, el salario no nos alcanza, todo es caro, terminamos trabajando para los gringos. Hay que aprender inglés porque todos mis vecinos son gringos. Es una locura, ¿por qué no aprenden español si vienen a vivir aquí?
El programa de Barrios Mágicos está inspirado en el de Pueblos Mágicos, una insignia que han recibido 132 municipios mexicanos como Izamal, Maní, Sisal y Valladolid en Yucatán. Y que ha sido foco de fuertes críticas por provocar, acelerar e incrementar el despojo, la gentrificación, el cierre de negocios locales, explotación medioambiental, violencia, desigualdad y exotización de las culturas locales.
“Nuestros servidores públicos tienen la obligación de escucharnos y asegurarnos una buena calidad de vida. Lo que ellos están haciendo es solo ser ambiciosos. Están vendiendo nuestra propia tierra, nuestros territorios, a costa de que nuestra vida se encarezca. Le ponen más atención a los turistas que a los locales. Mi mensaje es que paren su gentrificación”, concluyó Ricardo.
