Rostro y luz, el arte de Arely Pereira

Arely Pereira es fotógrafa. Hace retrato, fotografía de moda y vídeo. Estudió Artes Visuales en la Escuela Superior de Artes de Yucatán y se especializó en fotografía, tomó el taller de cine y el de multimedia. Cuando tenía como trece años comenzó a hojear las revistas de moda que tenían en su casa, le interesaban esas personas detrás de un photoshot. Así que copiaba sus nombres y se ponía a investigar.

Arely Pereira, autorretrato
«El primer fotógrafo que investigué creo que fue Paolo Roversi, hacía retrato con cámara análoga para revistas de moda. Así fui conociendo gente que se dedicaba a la fotografía y todo lo que había detrás de una sesión de fotos. En ese entonces no sabía que había un trabajo de eso, que existía todo un equipo para hacer una toma».Para sus quince años Arely no pidió una fiesta o un viaje, sino una cámara. Empezó a experimentar haciendo autorretratos: «No tenía tantos amigos para hacer sesiones, y hacía autorretratos para aprender los settings de las cámaras. En una ocasión los chicos de la ESAY fueron a la preparatoria donde estudiaba y supe que había una carrera para lo que yo quería hacer».

Después de investigar no sólo a los fotógrafos que le gustaban sino también sus técnicas y el equipo con el que realizaban las tomas, fue subiendo las fotografías a redes y a empezar a hacer trabajos pagados como fotógrafa. En la escuela aprendió las técnicas análogas de blanco y negro. «Quería lograr algo similar a los trabajos que veía y me gustaban, cuando estás empezando siempre buscas a alguien que te inspire, entonces yo veía a qué hora salían a tomar fotos, si eran análogas o digitales, todo eso».

Las fotos de Arely Pereira no suelen tener muchos elementos, utiliza la luz natural como un modelo más y tiene una gran sensibilidad en los tonos y contrastes. En escala de grises, con granulado o con un mate que resalta el contraste entre los colores de la toma, sus fotos son siempre elegantes y sencillas pero no simples. «Me he dado mucha libertad en experimentar, afortunadamente las personas con las que he trabajado me han dejado decidir en el momento de las tomas hasta cuando las entrego. Tengo incluso una hora favorita para tomar fotos. No uso muchos retoques de piel o cuerpo, y a veces meto ruido. Sí he hecho retratos con análogo pero como aquí hay muy pocos lugares para revelar, tardan un poco en lo que me las entregan, escaneo, y las trabajo».

Una de las primeras personas con las que trabajó fue el diseñador David Silva. «Él me empezó a conectar con gente, con los diseñadores, modelos y algunos espacios. Me ayudó mucho». También ha trabajado con varias marcas de Mérida de ropa o productos de belleza, o para realizar retratos. Al preguntarle sobre lo más difícil de dedicarse a la fotografía, contestó que es complicado seguir siendo fiel a ti mismo sobre lo que el cliente quiera. «Hay mucha gente que se está dedicando a la fotografía y quiere complacer a una audiencia. Yo creo que no debes comprometer tu estilo con base en lo que ellos te piden. Lo ideal es tener un estilo y que por eso te llamen».

Y lo que más le gusta son las maquillistas, el vestuario, la iluminación, el diseñador, todo lo que forma parte de la sesión. «Me gusta que seamos todos un equipo. Sí, al final yo doy el clic pero entre todos lo armamos». Dentro de sus planes también está crear un estudio donde pueda trabajar no sólo ella, sino también otros fotógrafos y armar comunidad entre aquellos que les guste la foto, que quieran aprender y dialogar.