Hacer cine documental, hacer cine de la vida, una entrevista con Daniela Silva Solórzano

Por Laura Rodríguez

Off the road (2020) fue uno de los 21 largometrajes presentados en la sexta edición de Libre Cinema Festival. El documental gira en torno a la carrera de autos todoterreno más larga del mundo, el Baja 1000. En el desierto de Ensenada conoceremos las hazañas de tres músicos Rigo, Paco y Davis que harán lo posible para formar parte del evento.

La productora de esta cinta, Daniela Silva Solórzano, fue una de las invitadas para las actividades presenciales del festival este año. Aprovechamos para platicar con ella sobre su trabajo como directora y productora de cine.

 

Originaria de Zapopan, municipio de Jalisco, México, Daniela empezó a estudiar la carrera por casualidad, ya que su madre daba clases en la Universidad de Medios Audiovisuales de Guadalajara, y descubrió que le apasionaba.

Su primera película, Donde quedan las cosas (2018), fue su proyecto de titulación. Era un documental sobre los últimos días de su abuelo, el paleontólogo y coleccionista Federico Solórzano. Fue durante la realización que comprendió qué tipo de cine quería hacer: cine documental-creativo o documental-experimental.

—Para mí el cine es como pintar, escribir o dibujar. Es una acción que se hace todos los días. Yo siento que soy cineasta y así como los escritores que se levantan y escriben yo también siento que es una cosa que tienes que hacer diariamente, hacer cine de la vida.

El martes 13 de octubre impartió un taller en la Cineteca Armando Manzanero de la ciudad de Mérida, Yucatán, Cómo vivir del cine y sus procesos creativos. Daniela reconoce que se trata de un largo proceso en el que muchas veces interviene la voluntad.

Hacer una película no te garantiza seguir trabajando en el medio, sin embargo, el objetivo es llenarse de experiencias y en el camino encontrar aquellas cosas que son importantes para llevar a las grandes pantallas.

— Me siento como una cazadora de historias y mi responsabilidad es transmitirlas a la gente para tener un punto de vista distinto que nos haga entender el mundo de una forma diferente a la que conocemos.

Fue esta necesidad de mostrar otra perspectiva lo que la llevó a la realización de Off the road. La idea surgió cuando José Permar, el director de la película, le contó la historia de cuando era niño y sus tíos lo llevaron a ver la carrera del Baja 1000.

Fue en medio del desierto, él tenía 10 años y lo único que pudo observar fueron varios autos pasar rápidamente. Quedó decepcionado pero muy intrigado por la reacción de los asistentes hacia algo que pasaba en tan poco tiempo.

La semilla estaba ahí pero no fue sino hasta que los aceptaron en un festival de producción que pudieron ir a La Paz para encontrar a alguien que se uniera al proyecto. Ahí conocieron a los tres protagonistas: Rigo, Paco y Davis.

 

La familia de Rigo se dedica a grabar las carreras locales y la Baja 1000; Paco, se encarga de evitar que las personas pongan trampas en el desierto para que los autos caigan y Davis, es un adulto mayor que vive en un pueblito aislado.

—Entonces, la historia no se trata de tres músicos. La historia es sobre tres núcleos de personas que viven en el desierto y todo el año esperan que llegue el Baja 1000.

La película tuvo una gran aceptación ya que mostró con lealtad aspectos culturales de la región de Baja California Sur como los corridos, un género muy popular en la zona.

 

Para Daniela las películas del cine independiente no logran llegar a más personas debido a la poca difusión y falta de espacios que las promueven. Y si el público no sabe que existen estas otras opciones entonces todos terminamos viendo lo mismo.

—Que se vean las películas es por lo que hacemos cine. Entonces estos lugares, como Libre Cinema, son súper importantes porque aquí la gente puede ver películas que no se ven tan fácilmente. Y si no vemos estas películas entonces no encontramos otras formas de ver el mundo.

 

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