El son es como escuchar el trino de los pájaros: Fredi Vega

Por Rosa Cruz Pech y Katia Rejón

Foto: Los Vega Son Jarocho 

La tarde tiene un color, que pinta la lejanía,
Que pinta la lejanía, la tarde tiene un color.
El viento sopla a favor, juntado tu alma y la mía,
La tarde tiene un color que pinta la lejanía.

El Son Jarocho es como un abrazo que invita a quedarse. Es la memoria viviente de cientos de historias cantadas y bailadas a lo largo de 300 años, que nace del sur de Veracruz, y que ha roto todas las fronteras del mundo. En su fiesta de fandango se puede sentir las Jaranas, Marimbas, Cantos, Quijadas, Zapateadores, Tejidos, Versos y mucho más. Hablar de la Historia del Son Jarocho es hablar de una historia sin fin. Es hablar de la colonia, de la esclavitud, pero también de rebeldía y resistencia. Y de nuestras más íntimas historias: de amores, tristezas y extrañamientos. Es cantarle a los ríos, vientos, pájaros y universo.

Para Fredi Naranjos Vega, la familia y el son jarocho vienen juntas. Nació en una familia de cantadores, bailadores y músicos en la ranchería de Boca de San Miguel, Tlacotalpan en Veracruz. Él toca la jarana, canta y zapatea, y puede hacer todo al mismo tiempo. Actualmente forma parte del grupo Los Vega.

Los Vega son una familia sonera que no necesita presentación: cualquier persona que se acerque al Son Jarocho les reconocerá de inmediato como un referente de son en el país y en todo el mundo. Son ya la quinta generación de una familia de músicos Soneros de Boca de San Miguel, Tlacotalpan Veracruz. Echaron nuevas raíces con la semilla de Don Andrés Vega Delfín, contando ya con una trayectoria de más de 20 años.

Han participado en incontables festivales artísticos y fandangos nacionales e internacionales, en Canadá, Estados Unidos, China, Nueva York, entre otros. Los Vega se han dedicado a la interpretación, difusión y promoción de Son Jarocho Tradicional, haciendo contraste con los sones de nueva creación que han integrado nuevos ritmos e instrumentos. Tienen grabados diversos discos, el más reciente lleva por título Vientos del Mar (2017).

 

La comunidad de Son Jarocho Mérida invitó a Fredi Vega a la ciudad para dar un taller de jarana y zapateado, y en entrevista con Memorias de Nómada dice que tiene tan interiorizada la música que escuchar el son jarocho “fue como escuchar los trinos de los pájaros al nacer”. Tanto por parte de su mamá como de su papá, el son jarocho es una herencia.

—Lo heredé desde que estaba en la panza de mi mamá, ya ves que cuando uno está chiquito escucha los sonidos desde la panza y se familiariza con ellos. Cuando uno nace a la vida, a este mundo exterior, abre los ojos y los oídos. Eso me pasó.

Cada año, Fredi participa en el Seminario de Son Jarocho y Cultura Popular que dirige Ricardo Perry, un campamento donde se imparten talleres de son jarocho para expertos o para quienes apenas están acercándose. Camino a ese taller es que pasó a Mérida para “regar un poquito de conocimiento sobre el son” como él dice.

Fue en un viaje a Miami cuando se enteró que en Yucatán había un grupo de son jarocho y desde entonces quiso venir a conocerlo. Le llamó la atención que la jarana, instrumento de cuerdas que se usa para tocar son, sea también el nombre del zapateado tradicional de la región.

—Enseñamos el son como lo aprendimos, con esa estructura auditiva. Para mí es importante escuchar siempre, escuchar a los demás porque escuchando a los demás ves el reflejo de ti mismo.

El son jarocho tiene influencia de muchos estilos musicales y maneras de zapatear, influencias de ritmos cubanos, danzantes, españoles y africanos. Por eso cuando hay fandango la gente conecta con la música y hace que se sientan identificades.

—El son jarocho te identifica como mexicano porque volteas a ver a tus ancestros y de dónde saliste, ya llevas en la sangre esa identidad a donde vayas. La música nos hace voltear a donde nacimos, no nos deja olvidar de dónde somos. Porque cuando te vas es muy fácil olvidar de dónde eres.

Explica que un fandango no es solamente un concierto sino una verdadera fiesta que incluye la participación de cocineras, el zapateado que es “el corazón del fandango” y el diálogo del baile entre quienes están en la tarima.

Cuando le preguntamos en qué momentos se hace un fandango dice que con cualquier pretexto: bodas, bautizos, xv años e incluso funerales.

—Nos ha pasado que hemos tocado por algún difunto y cuando terminamos de tocar, la expresión de la cara de la persona fallecida cambia por completo, se ve más serena. La música la reconoce el propio cuerpo.

Debajo de un árbol canta,
Un pájaro cuando llueve,
También de dolor se canta,
Cuando llorar no se puede.

En cuanto a los talleres que lo han hecho aterrizar en Yucatán, Fredi señala que son espacios para compartir saberes. Las clases de jarana y zapateado son sólo guías, pues el verdadero maestro es el fandango; la tarima y la convivencia. Nos dice que es en el fandango donde se muestra la nobleza y destreza de cada persona, no hay verso fallido o mal paso, cuando se está en un fandango se está compartiendo, aprendiendo y gozando.

En los talleres que se han desarrollado a lo largo de la semana, se han podido escuchar las jaranas y el zapateado al ritmo del Pájaro Cú, El Cascabel, El Siquisirí y el Toro Zacamandú. Es importante recordar que cada Son tiene su propia historia de creación y ritmo. Para Fredi, por ejemplo, sus sones favoritos son “El Cascabel” por su ritmo, “El Zapateado” porque le permite cantar largas versadas, “El gallo” y “La Lloroncita”, considerados sones de madrugada, por el ritmo y las letras de extrañamiento y melancolía.

 

En los últimos años, han surgido decenas de agrupaciones integradas por nuevas generaciones, en su mayoría, hijes de otres jaraneres, quienes han refrescado el movimiento de Son Jarocho. Es por ello, que le emociona encontrarse con agrupaciones de Son Jarocho en diversas latitudes como aquí con la comunidad de Son Jarocho de Mérida, quienes han realizado actividades desde el 2016.

—Que haya nuevas generaciones de son jarocho, significa que el son está floreciendo.

Ya me despido cantando,
Porque así tiene que ser,
Aquí estuvimos gozando,
Un ratito de placer,
Porque quién sabe hasta cuándo,
Nos volveremos a ver.

***

Es importante construir comunidad, y sobre todo, compartir música que permita sentirnos abrazades. Es por ello, que quienes integran la comunidad de Son Jarocho en Mérida, invitan a formar parte de su próximo fandango a realizarse el día viernes 21 de abril, en las instalaciones de “La Méridienne” Av. Reforma #385, Centro, Mérida Yucatán.

May be an image of 1 person, musical instrument and text that says 'COMUNIDAD SON JAROCHO MERIDA FANDANGO INVITA & CIERRE DE TALL ERES CON FREDI VEGA EVENTOFAMILIAR EVENTO FAMILIAR .COOPERACIÓN CONSCIENTE VENTA DE ALIMENTOS BEBIDAS ABRIL VIERNES 21 LAMÉRIDIENNE, AV.REFORMA #385 CENTRO, MÉRIDA 21HRS'

Other Articles

spot_img
spot_imgspot_img