Contrayerba: Nunca más un teatro de mujeres mayas sin mujeres mayas

Por Cecilia Campos

Mukuy k’áak’

Tu’ux yanech,

Tu’ux yanech,

Mukuy k’áak’,

Tin wilaj yéetel teech

Yáak’abtal in kuxtal

Fragmento de la canción Le tunk’ulo’

La canción Le tunk’ulo habla de una tórtola de fuego que se ha ido, quien canta también la convoca preguntándole dónde está, y le confiesa que, debido a su partida, su vida permanece en oscuridad. Esta canción tiene una gran presencia en la obra teatral bilingüe Contrayerba: monólogos de mujeres mayasUna adaptación del libro U yóol xkaambal jaw xíiw de la escritora maya Ana Patricia Martínez Huchim.

Realizada por la Colectiva Contrayerba, con las actuaciones de Christi Uicab, Jazmín Alhelí y Gladiola Chi, la pieza recurre a la memoria para escuchar las voces de las mujeres que tienen mucho que contar y que, si se ignoran, nos llevarían a un estado de oscuridad permanente: el olvido.

Producida por el Sistema de Acciones Culturales Multilingües y Comunitarias (PACMyC 2019).Otras personas que participaron en la producción son: Fidelia Ek Góngora (vestuario), Antonio Teyer y Miguel Canto (dirección escénica), Yamili Chan y Ángel Koyoc (asesoría en lengua maya).

En la obra conocemos las historias de Alma Sagrario, la espiritista; Virginia, la trabajadora sexual; Concepción, la partera; Remedios, la yerbatera y Soledad, la escritora; cinco mujeres que, aunque se desempeñan en oficios distintos, comparten el dolor, la pérdida de su sabiduría, la discriminación, el machismo, la desigualdad y la estigmatización. Pero sobre todo la esperanza de mantener viva su palabra. A pesar de que el texto original fue publicado en el 2013, las situaciones que atraviesan sus personajes continúan vigentes.

Alma Sagrario y la folklorización

El primer monólogo es el de Alma Sagrario, una mujer que posee el don de curar con ayuda de los espíritus y conocimiento de herbolaria. Muchas personas acuden a ella para darle fin a sus padecimientos. Sin embargo, los médicos la acusan de charlatana. Cierto día, debido a un rumor, las autoridades ordenan encarcelar injustificadamente a aquellxs que se dedicaran a un oficio comunitario, incluyendo a Alma. Cuando los policías van a arrestarla, va corriendo con su vecina a pedirle su libro de plantas para que comprobar que ella tenía estudios.

La realidad no se aleja de la ficción, actualmente se sigue menospreciando todo el conocimiento que no sea científico y al mismo tiempo se han secuestrado los conocimientos y elementos mayas para “adaptarlos” y generar ganancias en la industria turística. Porque sólo de esta manera son aceptados y valorados por el sistema. Por ejemplo, el festival de arte y espiritualidad Páayt’aan que fue rechazado por diversos colectivos y organizaciones mayas al ser considerado una muestra de la mercantilización de la cultura y su folclorización.

La espiritualidad parece ser valorada sólo en entornos de exotización y folclorización de la cultura maya a cambio de intereses económicos, pero no en el respeto de la cotidianidad y la historia de la comunidad.

Virginia y la realidad de las trabajadoras sexuales

Para Jazmín Alhelí, dar vida a Virginia en la puesta en escena era importante por cuestiones personales y políticas. Menciona que la historia de Virginia ha resultado controversial y que incluso, se les ha cuestionado a las realizadoras su decisión de incorporarla en la obra. Les han solicitado clasificarla como dirigida a un público mayor de 13 años, debido a que Virginia es una trabajadora sexual quien, desde pequeña, vive situaciones de abuso sexual y violencia. Al respecto, Jazmín afirma que esta producción realmente es para toda la familia, y que cada público entenderá la situación de acuerdo con su edad. Mantener este monólogo en la obra es un acto de denuncia viva y no se puede ignorar, porque la violencia no es cómoda y hay que encararla.

El destino de Virginia en esta adaptación es diferente a la de la obra original, precisamente porque no querían caer en la revictimización. En este sentido, Jazmín recalcó que no querían que se pensara que toda la comunidad que se dedica al trabajo sexual debe tener el destino que se muestra en el libro, entonces lo convirtieron en algo muy político. Según la actriz, todas las modificaciones que se presentan a lo largo de la obra fueron construidas a partir del contacto que las integrantes de la Colectiva tenían con otras mujeres cuyas vivencias eran similares a las de los personajes o a sus propias experiencias.

En Yucatán, el trabajo sexual no es un delito, sin embargo, en los municipios existen leyes, normas administrativas y reglamentos que las autoridades usan para realizar operativos violentos y discriminatorios. En Mérida, a partir de un amparo presentado por 16 trabajadoras sexuales , se declaró inconstituciona. Desde el 2021 la fracción VI del artículo 15 del Reglamento de Policía y Buen Gobierno, sanciona el trabajo sexual en la vía pública. Aunque no sea un delito, las condiciones y la información sobre el trabajo sexual en Yucatán sigue en la sombra del estigma.

Concepción y las parteras

Concepción es una partera que recibió a la mayoría de los habitantes de su pueblo. A veces, cuando parían a una niña su pago era negado, la insultaban o llegaban a sacarla a la calle. A pesar de estas dificultades, disfrutaba su trabajo y su más grande recompensa era obtener fuerza y salud de la placenta. Al igual que Virginia, la historia de Concepción tuvo algunas modificaciones. Jazmín explica: 

En el monólogo original Conchi se pregunta: “¿Qué tiene de malo nacer mujer?”, y ahora en nuestro contexto, nos parece que hay que decir: “¿Qué tiene de malo nacer niña?”. Esto por cambios muy políticos donde hay toda una comunidad trans, que para ellxs ya no sería “nacer mujer”, sino que hacemos un posicionamiento de que no se nace mujer, se nace a lo mejor identificándose como niña o niño y durante el desarrollo de tu vida decidirás qué quieres ser.

Jazmín Alhelí y Christi Uicab han sido beneficiarias de Creadoras escénicas 2021 del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a partir de datos obtenidos a través de su programa IMSS-BIENESTAR, durante la cuarentena por la COVID-19 algunas familias optaron por recibir el acompañamiento y servicio de una partera en vez de acudir a los hospitales. Sin embargo, hay quienes afirman que no existe un interés por parte de las nuevas generaciones en aprender el trabajo de la partera, por lo que, este conocimiento milenario podría perderse.

Remedios y la Contrayerba: Nunca más a una historia, discurso o posicionamiento hablando de mujeres mayas sin mujeres mayas

El interés por representar a este personaje surge del amor que Jazmín le tiene, tanto al monólogo, como a la familia Evia Osalde (a quienes Ana Patricia dedica este relato). La historia dice que desde muy pequeña, a Remedios le encantaban las serpientes. Además, se caracterizaba por ser muy observadora. Así fue aprendiendo cuáles eran las yerbas que combatían el veneno de las víboras y descubrió que la contrayerba es la más eficaz.

De la historia de Remedios surge el nombre de la obra y también de la colectiva “Contrayerba”, pues según Alhelí, una frase que quedó marcada en las integrantes fue que se trataba de “algo más que una planta medicinal, es el camino para continuar y preservar lo nuestro”. La colectiva considera importante que mujeres mayas se representen a sí mismas en el teatro.

Nunca más una historia, discurso o posicionamiento hablando de mujeres mayas sin mujeres mayas. De esta manera, hacemos uso del derecho de autonombrarnos y autorepresentarnos. A pesar de que estamos encarnando personajes, de cierto modo al autodenominarnos como mujeres mayas también estamos tejiendo desde esa memoria ancestral con nuestras abuelas, tías y esos oficios que para nosotras pueden llegar a ser muy cercanos.

Resaltan que tejer redes de colaboración con las mujeres mayas es fundamental para la colectiva, pues al participar en la obra, pueden convertirse en un nodo para conectar la presentación con otras personas. 

—No nos interesa sólo hacer la retribución social por cumplirla, si vamos a hacer esto lo vamos a direccionar a un interés real que tengamos […], me parece que colaborar con ellas es valorar su trabajo, además de que es necesario para la vida real e incluso para generar arte.

Desde la Colectiva Contrayerba realizan cuatro ejes de trabajo: la creación de producción, la gestión, la pedagogía y la investigación. Debido a su determinación hicieron posible una próxima presentación de la obra en el CERESO Femenil.

Entre las dificultades que han atravesado recuerdan una en la que fueron discriminadas durante la preparación de una función, pues nadie quería hablar con ellas y tampoco las ayudaron a montar la escenografía. No fue sino hasta después de la presentación que su trato cambió para con ellas como si fuera necesario demostrar su talento para que les dieran el mismo trato que a otros grupos. 

Nos gusta pensarnos en metáfora como esta contrayerba en el escenario: tres prietas que se encontraron en el teatro, forjaron su propio camino, forjaron sus propios lenguajes y hacen un teatro que, al menos cuando nos juntamos las tres en ese microuniverso, estamos decidiendo no abrirle puertas a la violencia, comenta Jazmín.

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