Como actriz, bailo en mi cuerpo: Mónica Arce, protagonista de la película La Laguna Rosa


Por Katia Rejón

Mónica Arce tiene 29 años y es actriz y bailarina. Protagoniza la película La Laguna Rosa que se filmó en Yucatán en el 2017 y que saldrá al público en 2021. Interpreta al personaje de Mariana Zafra, ambas tienen en común ser bailarinas de ballet y tener síndrome de Down. La película es dirigida por Juan Arce, su hermano, y cuenta la historia de una joven que tiene el sueño de bailar en un gran escenario y conocer la laguna rosa de Las Coloradas, Yucatán. Cuando hablé con ellos por primera vez, en el 2017, estaban iniciando las grabaciones en el aeropuerto de Mérida, ahora acaban de conseguir lo que faltaba de presupuesto para la postproducción del filme.

 

Desde su casa en la Ciudad de México, Juan cuenta cómo han sido estos tres años de trabajar en la película independiente:

—En 2018 ya teníamos un corte de la película y comenzamos a buscar financiamiento para la posproducción y preparamos una carpeta para Eficine. En ese proceso tuvimos la maravillosa oportunidad de que personas especializadas vieran la película y nos hicieran sugerencias. Decidimos reforzarla y grabamos otras escenas en el 2019. Empezamos la posproducción hasta que se nos acabó el dinero y llegó este esfuerzo por levantar lo que nos falta.

Una parte de lo que necesitaban se consiguió gracias a una campaña de KickStarter. Solicitaron 65 mil pesos y les donaron 155 mil 88 pesos. Otra parte la consiguieron por la misma Mónica que comenzó a hacer gelatinas y panqués para vender.

—Te puedo decir que tenemos ya prácticamente el 100 por ciento de los fondos para terminar la película. No hemos parado y hemos conseguido muy buenos aliados.

La pandemia jugó a su favor porque permitió al equipo de posproducción dedicarse enteramente a ese trabajo y acabar antes de lo que pensaban. Lo que sigue es terminarla y empezar la ruta de distribución que tienen planeada. Quieren mandar La Laguna Rosa a todos los festivales de cine posibles en el 2021 y después ver las plataformas y el cine comercial.

 

Para el director, lo más importante de la película es que a través de Mónica se apuntalara una visión sobre la discapacidad en la que ésta no se interpretara desde la lástima o la condescendencia sino desde las cosas que hacen iguales a las personas con y sin discapacidad.

—Actuar es difícil porque tienes que hacerlo muchísimas veces hasta que te digan que está bien ahí y vamos por otra escena, dice Mónica.

Sobre esto, Juan agrega que el desempeño actoral de los personajes y en especial de Mónica superó sus expectativas.

—Cuando estábamos en el set, como dice Moni, había que repetir mucho. De repente, el equipo y los otros actores me decían: “Ya, ¿no? Estás presionando mucho a Mónica”. Y yo les pedía que me esperaran un poco, hacíamos dos escenas más y el resultado era otra cosa. Lo que me encanta de este proyecto es que el objetivo inicia desde la producción, ya empezó a cambiar ciertas perspectivas. ¿Por qué no voy a exigir a Moni como lo haría con otra actriz? Puede que tarde un poco más que algunas personas, y menos que otras, pero esa exigencia está ahí precisamente porque creo en ella y sabía que lo iba a lograr.

 

Al preguntarle cómo cree que se inserte esta película en la oferta de cine mexicano, es cuidadoso al reconocer que no se trata de una revolución ni de hacer algo que nunca antes se haya visto. Más bien, forma parte de una apertura del cine mexicano para contar otras historias.

—Vamos viendo poquito a poquito más representatividad hacia lo social y cultural. Y tener a una persona con discapacidad como Moni como protagonista es bien importante. Con esta película he reforzado mi interés por explorar otras narrativas y una misión muy clara de mostrar a personas inteligentes y salirnos del lugar común que tenemos todos por desconocimiento de lo que es la discapacidad.

Al preguntarle a Mónica si ha pensado en qué otro personaje le gustaría interpretar, contesta:

Podría ser Laura, por ejemplo, una chica inteligente, que sabe hacer muchas cosas. Aunque yo tenga discapacidad o cambie de personaje, es algo que me gustaría muchísimo: ser una persona inteligente que sabe hacer las cosas que hacen los demás, aunque es diferente.

 

Juan aprovecha para preguntarle a Mónica, en medio de la entrevista, si quisiera seguir trabajando con él, en otras películas y proyectos.

Ella titubea y hay un silencio.

—Sí, Juanito, dice –por fin-, convencida.

—Ya me habías asustado, ese titubeo (risas).

—Sí, si es de actuar en novelas y películas, lo puedo hacer. Puedo actuar aunque tenga discapacidad. Hacer películas y actuar es como puedo mostrarle a la gente que podemos hacer las cosas. Que yo te diga que me gusta hacer ballet es porque eso es una parte. Es mi pasión y lo que quiero mostrarle a la gente que más quiero. Bailar es muy padre para mí y ahí saco lo que tengo dentro. Si estoy enojada, lo tengo que soltar enojada. Si estoy feliz, bailo feliz. Es sacar todo lo que tienes adentro y es lo que estoy haciendo como actriz: yo bailo en mi cuerpo.

 

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