La película Nise- O Coraçao da Loucura (2015) está basada en la historia de una médica psiquiatra de Brasil, Nise da Silveira, y sus pacientes del Centro Psiquiátrico Nacional Pedro II de Río de Janeiro a mediados de los años 40. En esa época, da Silveira no sólo tuvo que enfrentar la misoginia en el campo de la medicina (fue una de las primeras tres mujeres en recibirse como médica en Brasil), sino también a las acusaciones por insurrección comunista al encontrar que poseía libros de marxismo, y al rechazo de sus colegas por no estar de acuerdo con los tratamientos dolorosos a los enfermos tales como el electroshock, la insulinoterapia y la lobotomía.
En 1944, luego de estar encarcelada más de un año acusada de comunismo, y después retirada con su esposo Mario Magalhães, Nise entra a trabajar a un hospital psiquiátrico donde los tratamientos más novedosos son aquellos cuya herramienta consiste en un pica-hielo. En la película, la doctora (interpretada por Glora Pires) presencia una demostración de electrochoques a un paciente con esquizofrenia y queda horrorizada. Su superior le propone que se encargue del Servicio de Terapia Ocupacional, un área menospreciada que prácticamente consistía en darle trabajos manuales y tareas domésticas a los internos en un cuartucho con apariencia de bodega.
Lo primero que Nise propone es tan simple como un trato humano a los clientes (no pacientes), a quienes se les debe hablar con respeto ¡y paciencia! Poco a poco va instruyendo a los dos enfermeros que la apoyan, Ivone y Lima, quienes comienzan a entablar verdaderas relaciones personales con ellos. Al ver el esfuerzo que está realizando Nise, uno de los trabajadores se propone como instructor para un taller de pintura. Y esto le cambia la vida a todos.
Pinturas originales de Rafael Domingues, Emygdio de Barros, Fernando Diniz, Carlos Pertius y esculturas de Lúcio Noeman
Dirigida por Roberto Berliner, esta película obtuvo recientemente el Gran Premio de la 28 edición del Festival Internacional de Cine de Tokio TIFF. Sin embargo, todavía no ha hecho el suficiente eco que merece, pues no se encuentran reseñas en español o información técnica sobre la misma en muchos sitios. Lo que sí es que en Brasil Nise da Silveira es una de las mujeres más emblemáticas para la medicina y gran parte de su historia coincide con la trama de la película, la cual además de conmovedora posee una interpretación profesional y humana en los roles de los pacientes. Al principio del filme estaba segura que se trataban de auténticos enfermos mentales como en la película de Camille Claudel 1915 (2013).
El arte fue algo más que una mera catarsis para los enfermos. Nise fundó en 1952 el Museo de Imágenes del Incosciente, un centro de investigaciones para preservar los trabajos producidos por los internos, otorgándoles un valor artístico y científico, pues la evolución del lenguaje abstracto de sus primeras obras a las formas geométricas de los últimos años llegaron a interesar a Carl Gustav Jung, el médico y ensayista suizo, pieza clave en los inicios del psicoanálisis y fundador de la escuela de psicología analítica -también maestro de Nise- con quien sostuvo un intercambio epistolar que culminó con una exposición en Zúrich llamada «A Arte e a Esquizofrenia».
Lúcio Noeman, Raphael Domigues y Emygdio de Barros (éste último diagnosticado como incurable) le otorgan a la trama un final emotivo, sólo superado por lo que sus cuadros representan para la pintura brasileña en la vida real. Ellos fueron verdaderos artistas que supieron plasmar imágenes del inconsciente en piezas de arte plástico sin ninguna formación académica. El amor a los animales, el arte y la naturaleza, fueron los recursos humanistas que Nise propuso ante procedimientos hoy considerados violentos y poco efectivos como una lobotomía. Nise le dijo a uno de sus compañeros cuando iba a operar a uno de sus clientes: ¡Vas a decapitar a un artista!
